Tampico, Tamaulipas. - Los ayuntamientos de Altamira y Ciudad Madero deben seguir los pasos que siguió el municipio de Tampico para que se suman ambas comunas al programa SOS Cocodrilo a fin de proteger la especie del cocodrilo moreletii por hallarse en peligro de extinción, advirtió el edil porteño Juan Manuel Pizaña Martínez. 

Expuso que la idea es que en este año de 2023 que apenas inicia se logre esta comunión de manera que el proyecto como tal lo puedan presentar al Gobierno del Estado para tratar de gestionar algún tipo de apoyo económico luego que los reptiles son una especie amenazada.

Insistió que la comunidad debe colaborar en la protección de los saurios, es así que puso de relevancia que nadie puede hacer chicharrones ni tamales de la carne de los cocodrilos por tratarse de una especie protegida, así se trate todo esto de una conducta denominada como de 'usos y costumbres' entre algunos vecinos de Altamira y Ciudad Madero.

"Esperemos que ya ahorita en este 2023 inicie el SOS Altamira y SOS Cocodrilo Madero para ya poder unirnos, para ya poder hacer un SOS Cocodrilo conurbado como es el proyecto, en conjunto con estas actividades llevamos el proyecto con la Secretaría del Medio Ambiente estatal, con Seduma estatal, viendo, presentando el tema de los lagartos, es un tema de seguridad, de seguridad civil", precisó. 

"No es tan sencillo como decir 'acaben con los lagartos, cocínenlos', últimamente en fechas recientes tan polémico de que los lagartos son consumidos en Altamira, eso es un tema desgraciadamente de usos y costumbres, es 'algo normal', decir, que 'voy a, este fin de semana hay tamales de lagarto', recordemos que están violentando la ley, es una especie protegida, entonces lo debemos de evitar", completó.

Con todo esto, llamó a la comunidad en general a proteger la especie por contar con la protección federal, y que si avista saurios cerca del perímetro donde se encuentra que los reporte al programa SOS Cocodrilo o en su defecto al teléfono de Emergencias 911, a fin de neutralizar un mayor riesgo en la interacción humano-cocodrilo, pero insistiendo que los reptiles no deben terminar en las ollas por representar esta conducta un delito federal.

Edil porteño Juan Manuel Pizaña Martínez